La presencia de malos olores en un frigorífico puede ser bastante desagradable y suele deberse a varios factores. Uno de los motivos comunes es la acumulación de restos de alimentos en descomposición en los compartimentos del frigorífico. Si un alimento se ha derramado y no se ha limpiado adecuadamente, o si hay alimentos caducados o en mal estado en el interior, pueden generar olores desagradables.
Además, la humedad dentro del frigorífico, especialmente en los cajones de verduras, puede propiciar el crecimiento de moho y bacterias, lo que también contribuye a los malos olores. Otro factor a considerar es la falta de ventilación adecuada, que puede hacer que los olores se acumulen en el interior del electrodoméstico.
Para solucionar este problema, es fundamental llevar a cabo una limpieza a fondo del frigorífico con productos específicos de limpieza de frigoríficos para garantizar la eliminación de los olores y las bacterias. Es importante prestar especial atención a las áreas difíciles de alcanzar, como las esquinas y las juntas de las puertas.
Hay muchos productos de limpieza para frigoríficos, pero nosotros recomentamos el siguiente spray por ser económico y muy efectivo:
Además de la limpieza, es útil utilizar absorbentes naturales de olores, como bicarbonato de sodio, carbón activado o café molido, que se pueden colocar en un recipiente abierto en el frigorífico para absorber los malos olores. Cambiar estos absorbentes regularmente puede ayudar a mantener el frigorífico con un olor fresco. En Recambios Liebherr, recomendamos el siguiente absorbente de olores universal, no solo por su atractivo diseño, sino también por su excelente rendimiento:
Hay frigoríficos que llevan filtros de carbón activo, estos filtros tienen una función fundamental: eliminar los malos olores del aire que circula dentro del refrigerador y congelador. El carbón activado es un material poroso que tiene la capacidad de absorber y retener moléculas de olor y gases, purificando el aire y evitando que los olores de los alimentos se mezclen y afecten su sabor.
Es crucial cambiar estos filtros periódicamente porque, con el tiempo, el carbón activado se satura y pierde su capacidad de absorción. Cuando esto sucede, los olores desagradables pueden volver a circular dentro del frigorífico, afectando tanto los alimentos que contiene como el aire que se respira al abrir la puerta.
Al cambiar los filtros regularmente, generalmente cada tres a seis meses, se asegura un ambiente fresco y sin olores en el interior del frigorífico. Esto no solo preserva el sabor de los alimentos, sino que también mejora la calidad del aire en el electrodoméstico. Además, ayuda a mantener el frigorífico en un estado óptimo de funcionamiento, ya que los olores persistentes pueden hacer que el compresor trabaje más para mantener la temperatura deseada, aumentando así el consumo de energía.
Para comprobar si su frigorífico cuenta con filtros activos, ingrese el número completo del modelo o el número de producto (Service-Nr) en el campo de búsqueda en la parte superior de la página. Busque en la lista de repuestos algo similar a "filtro de carbón activado". Si tiene alguna pregunta, no dude en consultarnos.
Revisar los sellos y las juntas de las puertas del frigorífico es esencial para asegurar un cierre hermético. Las juntas desgastadas o dañadas pueden permitir la entrada de aire y olores externos al interior del frigorífico. En caso de que se detecten problemas en los sellos, es recomendable reemplazarlos para evitar la fuga de olores no deseados.
Finalmente, es importante evitar almacenar alimentos abiertos directamente en el frigorífico sin una adecuada cobertura, ya que esto puede contribuir a la propagación de olores desagradables. Utilizar recipientes herméticos o envolturas de plástico para cubrir los alimentos puede ayudar a prevenir la contaminación del aire dentro del frigorífico.
Siguiendo estos consejos y manteniendo una buena higiene en el frigorífico, se puede eliminar y prevenir eficazmente los malos olores, asegurando así un ambiente fresco y limpio en el electrodoméstico.